Quisiera tratar de sintetizar brevemente la posición de los tres ponentes en el debate del libro digital, al que tuve el gusto de invitarles el otro día, fue un debate la mar de interesante. Lo hago para dejar constancia mental de un cambio que se avecina, de un cambio que bajo mi punto de vista supondrá una total transformación en la forma de consumir el libro. Y creo que está aquí al lado, a la vuelta de la esquina.
Mi memoria puede fallar, no tomé apenas notas, eso sí, todos aprendimos bastante de los ponentes.
Primeramente habló Luis Collado que supo sacar fuera del debate la polémica con Google. Porque Google ante todo desea fomentar el libro, que es lo fundamental, lo importante (¡viva el libro!). Luis Collado representa el perfil del “editor tradicional”. Google ha sido inteligente, ha sabido buscar un facilitador que aproxime a los pequeños editores a la red. Esta visión me parece especialmente práctica e inteligente, conectar al editor, que no sabe como llegar al nuevo lector digital a través de la única y gran herramienta (es broma): Google.
Después, Jesús Badenes (http://www.editorial.planeta.es) expuso la visión de los editores tradicionales. El punto crítico para ellos es proteger los derechos de autor, que no es sino el “core” de su negocio. Dijo que el libro digital permitirá construir mejores productos, productos más retadores, pero que todo tiene su ritmo. La función del editor según él es conectar oferta con demanda, y esto debe ser realizado de manera siempre rentable. El libro digital es una posibilidad, pero no es la única. Y la ve aún lejos, salvo en nichos concretos, como el libro de texto. Y sobre todo mucho cuidado con los piratas. Esta es la voz del “mass market”, de la industria que hace que se vendan un millón de copias de Dan Brown.
Finalmente habló Angel María Herrera (bubok.com), que aportó una visión alternativa y rupturista. No cree para nada en el DRM. Es más, el DRM era pernicioso para el modelo. Acusaba a los editores tradicionales de inmovilistas. Les dibujaba como recelosos, para él la apertura de los contenidos genera una mayor riqueza. Claro que hay intermediarios que desaparecen, pero es lo normal, lo esperable. Y el autor saldrá ganando.
Y recordemos que los cambios y transformaciones culturales más importantes del ser humano siempre han sido paralelos a la revolución del soporte “libro”:
-Primeros registros de escritura: Egipto, milenio IV aC y soporte en arcilla y papiro.
-Pergamino hasta s. III (Grecia y Roma)
-Papel, becerros, manuscritos en manos de las escolanías, etc.
-Imprenta de tipos móviles: s. XV (Gutenberg)
Y ahora…
jueves, diciembre 10, 2009
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