lunes, mayo 16, 2005

La soledad del cosmonauta (I)

Este es el poema de la semana; bueno, perdonadme, me paso el día con poemas, decidme si preferís algún cuento o texto largo.

Pues eso; En noviembre del año pasado, leía, como era costumbre www.ariadna-rc.com. Es una revista fantástica, os lo prometo (otro día os contaré como les conocí en vivo y directo). Un bastión de creatividad y buen gusto de la mejor literatura en Internet. Palabra, que no me gano gana por hacerles publicidad.

Pues allí, proponían un número especial, que titularon LA SOLEDAD DEL COSMONAUTA, un número inspirado en los primeros vuelos orbitales y las sensaciones de sus viajeros. Y solicitaban colaboraciones. Tuve la fortuna de que aceptasen la mía, tres poemas. Aquí os presento el primero de la serie, aunque no perdáis la oportunidad de visitar su sitio web, es imprescindible.

A base de sueños siderales
y mantecas luminiformes
he postergado comidas y delicatesem en el espacio

hoy rozo la yema del creador enseñoreado
y masturbo la sementera de mi traje hermético

hoy soy un guiñol del espacio
y bebo el ámbar del viento solar a solas

hoy repaso el crucigrama de pilotos verdes azules o rojos
dibujando la quimera de mi corazón galvanizado

hoy veo crecer la hierba galáctica por mis entrañas
alunizando entre mares cartografiados por la nostalgia;

A veces reposo estos pequeños paseos a escondidas
(en la soledad más absoluta)
recapitulo lloros insomnes de sonda
parecidos a las ondas hertzianas de viejas estrellas desaparecidas.

2 comentarios:

GVG dijo...

Ya cuando te lo publicaron me parecia un poema trabajado y conseguido. Yo personalmente veo más contundencia en tus poemas, más originalidad, pero algunos relatos son exquisitos porque también en ellos utilizas poesía, la verdad es que siempre la utilizas, no puedes librarte de ella.

Fernando Díaz dijo...

Aunque quisieras... suscribo el comentario de Gonzalo.