Es ya tarde. Una delicada llovizna resbala por el mentón huesudo, las cuencas roturadas y viejas de los ojos, soportadas contra la carne flácida de sus esmirriados mofletes. Y rodeándolo, la niebla, que se apoltrona contra las simas de Sierra Morena: espectáculo atroz de verdura, contoneándose tan fértil en el mes de agosto.
... Más al fondo, una minúscula posada, una pequeña luz encendida...
Aquel mendigo, cansado del trajinar sin rumbo, ha entrado en la fonda y su voz acerada pide descanso. Se mesa las barbas, largas y desfallecidas, para auscultar el tablón de precios. Parece solo tras la noche sola, como la mismísima oquedad de las tumbas abiertas. Hunde su cabeza y rebusca algún billete escondido junto al yelmo abollado. Luego, inmóvil, reza las palabras de su perrillo fiel, Sancho, siempre a su lado.
Mientras rumia la tosca cena, un paisano, tras la barra, acomoda el canal de televisión, pues hoy toca una visita del Principal Caballero, Amadis de Gaula: Mechón encerado, moreno dechado, despotrica sobre la sociedad canalla. Hay un ardiente sabor en sus labios sensuales; son las crónicas de sus amantes, sus aventuras filmadas, por las que los directores de moda suspiran. Orador de masas, alimenta su leyenda con amabilidad.
La imagen del televisor se funde en un halo de interferencias. Parece casi un sueño revivido. Ensimismado, el pobre corazón del Quijote tiembla: ¿Quién le salvará así mesmo del Quijote? ¿Quién heredará su tierra cuando no pueda ya levantarlo de madrugada? ¿Quién terciará por doncellas y desvalidos cuando los caminos se llenen con deportivos y neones atroces? ¿Quién, a gritos, señalará ejércitos enemigos, donde el resto ve tan solo rebaños mansos?
lunes, abril 11, 2005
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2 comentarios:
Palabras e ideas bien trabajadas. ¿Forma parte de algún texto que has presentado a algún concurso o algo así?
Ojalá que este "año Quijote" dejara un poso de insatisfacción, de querencia de utopía en todos.
Intenso Felix, con mucho aroma castellano, en el año del Quijote una maravilla de homenaje.
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