Hay primaveras de prestamo, primaveras de temporada, primaveras de supermercado, primaveras de crisis. Mi hijo nació en Abril y aunque siempre me gustó este mes, ahora más si cabe, lo adoraré por siempre.
Me pasaría el día entre los caminos mirando el horizonte.
Y no me lío con más palabras, que les invito a que lean el nuevo número de la revista Ariadna, compañeros de fatigas y creadores infatigables de poesía. Como no, glosan la gran "llegada" y temo que mi corazón se vuelque de un palpito. Yo me doy un paseo por allá, por su estación fresca de Primavera, que ésta sí es la genuina.
1 comentario:
Te estas volviendo un melancólico, "la primavera" no está mal cuando la compuso Vivaldi, pero cuando empieza a caer polen y se fija uno en los muy alérgicos no te digo yo lo que es, a mí, a veces me pican los ojos pero debe ser que cada vez es peor y nos matará algún virus, o alergia si no estamos siempre en invierno.
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