Era evidente y por otro lado era esperable: Miguel Carcaño tenía su correspondiente perfil en tuenti; el asesino también compartía con Marta su “otra” afición, y eran las redes sociales. Lugar común, de encuentro y desencuentro de hoy día. En clave cínica, qué fácil es abrirse una cuenta en myspace, en facebook y ponerse manos a la obra. Arriba la farsa.
Los periodistas dicen que de todas las redes (mafia, droga, tráfico de influencia…), las sociales son las peores. Será por no hablar del tiempo. Y no se cansan de prejuzgar con amarillismo y se regocijan escupiendo viento en contra (el pis empapando sus ojos pero aún con eso siguen erre que erre). Claro, ahora que lo pienso, será que los programas de cotilleos, sus maniqueísmos mediáticos, sus manipulaciones de marionetas son mucho más sanos para los corazones adolescentes. Ahondan el espíritu y abren los pulmones como las friegas de “vis vapurus” de la madre. Después de una maratón pornográfica de cotilleo (la “Chonchi” mostrando sus tripas al cielo abierto) me están entrando unas ganas terribles de “invitarla” a ni red de contactos, quisiera conocer todo de ella, el tamaño de sus bragas, ser su máximo seguidor y perseguidor, el postrero y pertinaz fan en twitter. Claro, para mentes resecas la red es la noticia fácil (hemos rascado la misma neurona y debe estar bastante irritada) y como buenos españoles que somos, ¡venga la envidia por delante!: a joder.
Claro que Marta tenía a todos sus amigos enganchados al Messenger. Obligada estaba. Claro que allí se coció su tragedia. Cómo no.
Pero el poso es bien otro. La poltrona de la televisión no educa. Los mass media mediatizados esclavizan. Somos libres (lo creemos), pero leyendo de torcido en los periódicos, todo lo que sucede en la red es sucio o gris y peligroso. Señores padres, den carpetazo de cierre a sus ordenadores en los dormitorios ¡Conculquen la libertad a sus churumbeles!¡Qué sean presa de los medios mediocres! Apaguen sus portátiles o que sólo visiten los periódicos oficiales.
Otro día más sin encender la tele. Qué ilusión. Las noticias me llegan por móvil. Leo mi inmácula selección de blogs. Soy un desinformado total.
En mi ignorancia veo la luz.
Post Data: Marta, he visto tus ojos hermosos en los carteles aconcogojados, ahora pendulean por las paredes conmocionados y solos. Tu familia llora. Que el criminal sea castigado, caiga la ignominia sobre su nombre, hagamos una causa común, férrea y de hierro contra el maltratro. No más Martas, que tu crimen sea de línea de salida, de camino de llegada. Nunca más otro maltrato. Que tu cuerpo no lo coma el río, que torne a casa, que tu destino guarde un sentido.
miércoles, febrero 18, 2009
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