Humboldt miraba subido a la azotea del torreón. A sus pies una llanura. A sus pies cabezas que se contorneaban, iban y venían ocupadas. Había subido las mil y una escaleras. La mañana despuntaba.
Sabía que éllos lo sabían. Por el momento le era suficiente.
miércoles, enero 14, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
top [url=http://www.001casino.com/]free casino[/url] hinder the latest [url=http://www.realcazinoz.com/]casino online[/url] free no set aside perk at the chief [url=http://www.baywatchcasino.com/]liberated gratuity casino
[/url].
Publicar un comentario