martes, junio 06, 2006

Madrid, 666

Quedé con Lidia cerca de Cuatro Caminos para hablar del proyecto “Caleidoscopio de ideas”. Fuimos a un italiano y entre plato y plato hilvanamos una estrategia ganadora: conquistaríamos la luna con nuestros textos. Construiríamos puentes para que la gente los atraviese descalzos, y los versos fluyan hermosos por sus bovedillas. Seríamos una legión de poetas ensoñadores.

Pero Vds. saben que les miento. Es inútil, porque hoy es 060606, el número de la bestia. El Apocalipsis de San Juan dice muchas cosas, todos quieren leer en sus líneas profecías terribles; que si el dragón de las mil y una cabezas, que si el anticristo apóstata, etc. Y yo cuando leo la cifra, les diría que me recuerda al prefijo fragmentado de un número de móvil, si no lo fuera de verdad.

De camino casa, tras salir de la oficina, lo reflexioné una y otra vez. No me dejaba de perseguir. Y fíjense, lo he marcado, aunque claro está, me quedaron por adivinar el resto de dígitos. Luego pensé si no se tratara de un teléfono abreviado de SMS, de esos de concurso televisivo. Lo probé, tecleando con ganas:

666 La bestia

Si tengo suerte, algo habré ganado: un viaje en cesión a la luna no creo, quizás un pequeño lote de libros de Goethe o tal vez un cedé de Gound con la opera de Fausto. Pues bien, ahora en todos los sitios se habla del numerito. Pobre San Juan, hoy tenemos cientos de escritores y guionistas de los diarios rebuscando entre sus alucinaciones con ahínco.

Sin embargo, si tienen tiempo, les recomiendo cerrar su reloj y enfrentarse al viejo texto, pero esta vez sin fabulaciones, Vds. solitos. Sin falsete. Deben sentir el horror del sinsentido humano, y lo frágil y ridículo de nuestros estigmas. Todos ellos caducos, tienen su fecha: el 666. Pero no nos pongamos filósofos trasnochados (¿Eso decía Machado?), porque no vale ni merece la pena. Y bien pensado, no me pagan por ello.

Para terminar, les confieso otra mentirijilla: Lidia y yo nunca fuimos a la luna. Nos quedamos bien cerquita, y no pasamos del Retiro (será por lo de la Feria del Libro), y quizás nunca llegamos más lejos de algún cruce entre las calles Goya o Velásquez. Porque nuestra estrategia es táctica, pequeña aunque realizable; cada piedrita, un texto de Caleidoscopio. Cada revista, nuevos amigos que nos lean y que se animan a escribir con nosotros el camino.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"Quedé con Lidia cerca de Cuatro Caminos para hablar del proyecto “Caleidoscopio de ideas”. Fuimos a un italiano y entre plato y plato hilvanamos una estrategia ganadora..."

¿Qué opina su mujer de todo esto?... ¿No cree que ya no tiene edad para estas cosas?

Anónimo dijo...

Si señor... ¡Viva la bohemia! Buena compañía, buena comida y buena conversación, en Cuatro Caminos.

¡Ole!... ¡Ole!...¡Así nos las den todas!

¡Viva la bohemia!

Anónimo dijo...

Keep up the good work. thnx!
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