martes, febrero 01, 2011

La marcha del millón

Hay momentos donde la palabra libertad acelera la historia. El poder recalcitrante se tambalea, los viejos socios deben avandonar el trono.
Hay quien piensa que un par de tijeras serían suficientes. Que no sabríamos lo que sucede allá dentro. Y sin embargo no es un caja negra. Tenemos oídos. Sabemos lo que sufren. Lo que piensan. Ya no hay fronteras, ni mar Mediterráneo. Somos uno. Somos Egipto.



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