
Hay pisos, hay pisitos, hay casonas, hay ranchos, pero siempre habrá cielos.
Las lechuzas somos así, inquietas y viajeras, somos poetas que si las encerraras se nos caerían las alas.
Por eso a veces nos cambiamos de casa. Derrúmbamos las paredes y las hacemos más anchas, para que así los pulmones respiren mejor.
Bienvenidos al próximo cielo, os espero allí: http://www.eloterodelalechuza.com/
PD. Como siempre, la foto de mi amigo...